Corriendo entre calima

Se desnuda la tierra
el cielo se está llevando
su vestido ocre de arena
como las deshilachadas cuentas
de todos nuestros rosarios.
El sudor es mi tinta más indeleble
mis pies ahora son mi mente
mis zapatos son la pluma
y mi corazón el escribiente
de todas estas llanuras.
El sol se disfraza de luna
pero despiadada me muerde
su amarillenta dentadura.

Un poquito malo

Me arrepentiré al tiempo de mi adiós
convirtiéndome en un hombre bueno
para encontrar el senderito hacia el cielo
para preguntarle una cosita a dios
tú que has sido de pecadores valedor
tú que fuiste de los caídos su consuelo
tú que eres el adalid de todo amor
por qué al diablo un poquito amar no puedo.