Al viajero

Teje unas alas más grandes
vuela hasta donde rían los cipreses,
ten un amor bajo el tejado
y si sabes mentir
no mientas besando;
no tires los zapatos viejos
que guardan los caminos,
procura que tu risa naufrague
en la marea carmesí de un vino
y ahógate despacio, disparatado e infinito.

Gárgola de la catedral de León

Me alumbraste con tu ojival mirada
notar  tus ojos consoló la mía
aquella tarde cárdena y sombría
eterna, leonesa y adoquinada.

De lucero,  tiniebla maquillada
pupilas policromadas que ardían
fuego de espiga en la noche amarilla
incendiando a tu virgen nacarada.

Mis pasos gastados fueron prendidos
por tu rosetón de lienzo de araña
y en tu arbotante me quedé dormido

Desperté con las zancas empedradas
inerte, a tu fortaleza fundido
penando ya como gárgola sacra.



Poema descalzo

Caminas descalza desde hace tiempo
porque tus zapatos de soñar 
se han quedado pequeños.
Perdiste demasiadas primaveras
entre los escombros del alma
y ya no van a florecer
que tus cabellos son de invierno
con todas sus flores nevadas.
Huyeron de su arrogante bandera
dos golondrinas azules
para devolverte tus primaveras
y la música a tu garganta.
Pero el viento más despiadado detuvo sus alas
desvaneciendo su huella en las nubes
devolviéndolas a su bandada.
Caminas descalza desde hace tiempo
porque tus zapatos de soñar...
¿soñar?, soñar es solo un recuerdo.