Noche en los huesos

Es la noche gris amante
de la lata de los grises de lluvia,
las estrellas están enfadadas de luz
y la luna es de blanca sangre.
Son horas de conticinio del alma
en que las telarañas son banderas,
ondeando sobre ceremonias oscuras,
y lo fantasmal es lo cotidiano
y la razón es la sinrazón pura.
Entonces, un corazón duda
si seguir latiendo,
pues no latir es morir,
pero latir es seguir muriendo.