Más madera, más madera
que no pare el mundo
aunque nos cueste la tierra.
Más humo, de adusta paloma
que a otra de ala blanca
de lluvia clara entierra.
Calienta reloj ardiente
tic-tac, tic-tac
tu latido trágico de estrella.
Crece mar, vuela
que no puedan cavar sus tumbas
llévate al fondo toda la tierra.