Caminando por los campos
donde pacen los sueños,
donde respiran los vientos,
donde soy un extraño.
Ya no soy de ningún lado,
del progeso su anhelo
me escondió en la ciudad,
donde me decían "de pueblo",
me rompieron la espalda
de echar madera a su fuego,
me la traje en un saco
para hacerme un traje nuevo.
Hoy camino mi pueblo,
de nuevo en su regazo,
y me siento de ningún lado
pues me dicen "extranjero".