A quien talla el viento

Hay una nota velada en el viento,
escondida entre gaitas sueña un tono,
aguarda en un fol su anhelado rostro,
  cincelado entre manos y punteros.

Hay un redoble escondido en el trueno,
que pone ritmo de lluvia al magosto,
brama en el valle por cada recodo,
nace del tambor del tamborilero.

Modelando la brisa como el barro,
cual mesnada que reconquista el aire,
van los aparejos de los templarios.

Entre castaños conjuran sus bailes,
y hasta los muertos en Todos los Santos
bailan huyendo de sus cenizales.