Camino sin caminantes

Camino, cuéntame si estás ahí,
si al mudarse mis pies te has diluido,
plegando tu alfombra marrón, sin ruido,
si un paso vacío va a ser tu morir.

Camino, cuéntame si estás ahí,
si en este atardecer te has escondido,
si germina la yerba que ha embebido
la ceniza de tu aridez febril.

Ya no se siente el rumor del sendero,
ni el crujir desabrido de los carros,
ni de los guijarros su tintineo.

Pasaje de olivos abalaustrado,
sin aliento y arrojo de viajeros,
sin pecho, de andares, acariciado.