Si siempre perdona el cielo

Cuéntame que es lo que sabes del cielo,
a qué pórticos habré de llamar
para dormir limpio mi eternidad
allende el pútrido lecho del suelo.

Cuéntame que es lo que sabes del cielo,
quién será quien mida mi mucho amar,
si habré de purgar mi alma en soledad
o en pregón como escribas y fariseos.

Si humano es mentir o decir verdad,
sembrar tranquilidad o desconsuelo,
si es grandeza vuestra dejarme optar,

elegir entre lo malo y lo bueno,
si siempre, infiero, habéis de perdonar,
¡qué soledad, el diablo en el infierno!