Es mi
rosa entre campos de violetas
la
flor perdida de un dios descuidado,
que
sentencia a un juguete delicado
al
retiro y flagelo anacoreta.
Es mi
rosa entre campos de violetas
lienzo
de mariposa perfumado,
que encarna su
desconsuelo encarnado
en sollozos de
llovizna hechicera.
En floreros de
tardes calurosas
se agita al viento
de la primavera
deshojando sus
besos, cariñosa.
Prados
azules, si mi rosa ardiera,
sesgados
por espinas alevosas,
gozosos
morid, rasgados de fiera.